Como una estúpida, me había enamorado.

Supongo que todo empezó ese día. Cuando, por algunas de estas casualidades que la vida deja caer, se cruzaron nuestras miradas. Algo increíble, mágico. En poco tiempo conseguimos construir algo solamente nuestro. Regresé a casa, pero algo había cambiado, tu rostro estaba presente en cada pensamiento que cruzaba mi mente. Y entonces me di cuenta, como una estúpida, me había enamorado.

Para hacerme feliz.

Creo que nunca ha sido complicado hacerme feliz. Si me conoces bien, sabrás que soy patéticamente sencilla y previsible. No necesito flores, ni dedicatorias de canciones en la radio, ni aviones que escriban mi nombre en el cielo. No pido milagros, porque nunca he visto ninguno. Las sorpresas, cuanto más pequeñas, más bonitas me resultan. Y me vale todo, siempre que sea hecho con amor. Todos los detalles son buenos... Abrazos, sonrisas, besos de esquimal, notitas escritas en una servilleta, una visita inesperada, un regalo personal, una foto de tu infancia, un mensaje de madrugada, palabras simples pero sinceras... Creo que nada es demasiado costoso si se hace por iniciativa propia y con sentimiento. Eso sí, necesito que todo ello sea incondicional. Solos o rodeados de gente. Aquí y allí. Ayer y hoy. Esa es mi forma de querer y, por lo tanto, es la única forma de sentirme querida.

Para hacerme feliz hay que estar muy loco, muy loco por mi

Él

Todas las personas deben de tener alguien en el mundo con quien compartir su vida con todo lujo de detalles, segundo a segundo y lo más importante es que esa persona lo aprecie.
No estoy hablando de la media naranja, sino del otro yo de cada persona.
El equivalente de una pareja, un verdadero amigo.

Yo tengo la suerte de decir con una amplia sonrisa que le he encontrado.
Le encontré hace unos años. No puedo decir que lleve con él desde el momento en que aparecí en el mundo, ni desde la primera vez que le vi, pero como si así fuera, porque verdaderamente no recuerdo mi vida cuando él no estaba, y sinceramente si se fuera, mi vida se detendría en el momento exacto en que le vi por última vez e intercambiamos una de esas conversaciones absurdas que me alegran el día y que si cualquier persona que camina a nuestro lado escuchara nos miraría como si estuviéramos mal de la cabeza.

Porque esa cantidad de estupideces para nosotras tiene sentido.
Porque esa persona que encontré ha estado conmigo durante muchos los momentos importantes de mi vida. 
Porque no le ha importado soportar situaciones desagradables. Porque ha logrado obtener mi absoluta confianza.

Y es que todo ser humano debe tener a alguien en cuya compañía logre sentirse fuerte, alguien que solo con mirarte comprenda que estas pensando.
Alguien con quien te sientas seguro.
Alguien que sientas de tu familia sin ADN común.
Saber que en cualquier momento, lugar y circunstancia, allí donde quiera que estés esa persona estará pensando en ti.
Que a pesar del tiempo, la distancia, la incomunicación… que si pasaran años sin haber vuelto a intercambiar una única palabra con aquella persona… sigue sin olvidarte, en algún lugar, buscando la manera de volverte a ver.
Alguien que llega a sentir lo que tú sientes, compartir tu dolor hasta el extremo de derramar lágrimas por el simple hecho de encontrar un motivo que te hace, no a él, sino a ti perder la esperanza.
Que todo ser humano puede ver algo invisible que nos une, algo que no se rompe ni con el más duro de los metales.
Alguien así solo se encuentra una vez en la vida… si tienes la suerte de encontrarlo.
Yo lo he hecho, y jamás dejaré que se vaya

 Te quiero desde la planta de tus pies hasta el último tramo del pelo más alto de tu cabeza.

eras todo lo que pedia.

Tu y tus sonrisas, si, esa es... la que me volvio loca, la que le dio todo el sentido que le faltaba a mi vida, la que me hace callar, reir, sonrojarme, o simplemente comerte a besos. Eras todo lo que pedia, y lo he encontrado pero aun mejor.

Te propongo...

Te propongo un viaje, un largo viaje que podamos hacer juntos sin preguntarnos, por una vez, el porqué. Te propongo una realidad eterna, que cada día supere nuestros sueños. Te propongo la ilusión e ingenuidad de un niño. Te propongo cualquier plan que empiece y termine con un beso. Te propongo volar cada instante en cuanto me mires a los ojos. Te propongo formar un nuevo mundo. Te propongo provocar una catástrofe gracias a nuestras locuras. Te propongo imaginar cada noche agarrado a mi cintura. Te propongo infinitos momentos sentados el uno junto al otro. Te propongo dar un vuelco a tu vida en tan solo un segundo. Te propongo cometer errores para después descubrir soluciones. Te propongo cada día un nuevo amanecer, asomado a la ventana de mis ojos. Te propongo cines cada sábado, para ver que el amor no solo existe en las películas. Te propongo conocer el mundo sin salir de la habitación. Te propongo cada despertar y cada sonrisa. Te propongo volver a nacer juntos, para envejecer a tu lado. Te propongo todo lo que quieras pero sólo si lo hacemos juntos. Te propongo una salida a cada agobio. Te propongo ser la cura de cada herida y la sal de cada comida. Te propongo un reflejo en cada espejo. Te propongo iluminar cada rincón de oscuridad. Te propongo segundos, minutos, horas… tiempo a mi lado. Te propongo largas llamadas, eternos mensajes. Te propongo más que un TÚ y YO, te propongo un NOSOTROS. Te propongo un humilde pero eterno TEQUIERO.

una bola del mundo

¿Sabes que le regalaría yo a alguien de quien estuviese enamorada? una bola del mundo, para jugar con él a cerrar los ojos y hacerla girar y señalar los sitios donde podríamos ir juntos, ¿sabes la cantidad de lugares donde podríamos ser felices tu y yo?

a esperar que suba la marea.

Puedo ponerme cursi y decir que tus labios me saben igual que los labios que beso en mis sueños.
puedo ponerme triste y decir que me basta con ser tu enemigo, tu todo, tu esclavo, tu fiebre, tu dueño.
Y si quieres también puedo ser tu estación y tu tren, tu mal y tu bien, tu pan y tu vino, tu pecado, tu dios, tu asesino…
O tal vez esa sombra que se tumba a tu lado en la alfombra a la orilla de la chimenea a esperar que suba la marea.
Puedo ponerme humilde y decir que no soy el mejor, que me falta valor para atarte a mi cama.
Puedo ponerme digno y decir “toma mi dirección cuando te hartes de amores baratos de un rato… me llamas”.
Y si quieres también puedo ser tu trapecio y tu red, tu adios y tu “ven”, tu manta y tu frío, tu resaca, tu lunes, tu hastío…
O tal vez ese viento que te arranca del aburrimiento y te deja abrazada a una duda, en mitad de la calle y desnuda.
Y si quieres también puedo ser tu abogado y tu juez, tu miedo y tu fe tu noche y tu día.Tu rencor, tu por que, tu agonía…
O tal vez esa sombra que se tumba a tu lado en la alfombra a la orilla de la chimenea a esperar que suba la marea.

poder ser feliz

¿Nunca has tenido ganas de alejarte ? no para siempre pero si por un tiempo , para tener claro lo que de verdad quieres , lo que debes y no debes hacer , lo que de verdad sientes y lo que significa todo esa gente para ti , un tiempo para aclararte para tener bien claras las cosas y poder ser feliz

Solo busco que me tiemblen las piernas

Porque las tentaciones están para caer en ellas.

locuras

Entre lo poco que sé de la vida, te diré que nada de todo esto vale la pena sin alguien que te haga ser incoherente. Ni flores, ni velas, ni luz de luna. Alguien que llegue, te empuje a hacer las locuras de las que jamás te creíste capaz y que arrase de un plumazo con tus principios, tus valores, tus “yo nunca”, “tus yo qué va”

Somos invencibles.

A veces todo es demasiado bonito como para creérselo, aún así supongo que hay que hacerlo. Yo creo que podría tener resaca de besos todas las mañanas. Podría acostumbrarme a ir de la mano a cualquier lugar. Podría tener miedo, pero miedo contigo, de ese que te eriza la piel y te hace querer adelantar el tiempo, o tal vez hacer que un instante dure un poco más, el suficiente para que no se nos olvide nunca. No dormirme hasta escuchar el móvil. No soñar nada en especial, sólo porque no creo que fuese a superar esto. Pasar horas enteras bajo una manta, diciendo cualquier cosa sólo como excusa para que me abraces otra vez. Ver un atardecer al lado del mar, respirando sal y vida. Cerrar muy fuerte los ojos y creernos invencibles, porque muchas veces llego a pensar que lo somos. 

un día.

De vez en cuando necesitamos un día. Un día para llorar, para gritar, para odiar y querer al mundo a la vez, para desahogar todas esas cosas que dejamos en nuestra cajita de seguridad sólo por si acaso. Para pensar en lo que ya no está y en todo lo que hemos conseguido. Un día para coger todo el aire que podamos y respirar muy muy profundo, para preparar cada pequeño cambio en nuestra vida. . Y no sé hacia donde voy, nunca lo sé. Lo que sí sé es con quien quiero ir. También sé que una sonrisa robada por alguien en el momento justo puede salvar un mal día. Que las cosas también pueden estar destinadas a salir bien.  Que aunque a veces me rodee de nubes negras sé que muy dentro hay algo que brilla tanto que a veces tengo que cerrar los ojos para creérmelo. Eso voy a hacer. Voy a cerrarlos y a seguir creyendo. Aunque a veces tenga la sensación de que todo se desmorone alrededor. Aunque quiera salir corriendo algunos días sólo para asegurarme de que realmente quiero regresar. Porque me cansé de tanta vida gris, de que cada pequeña cosa que haga no se vea y se pierda entre las nubes, de lo superficial, de lo práctico. Nunca fui una persona práctica, prefiero lo complicado, el día a día, el subir peldaño a peldaño y llegar hasta arriba. No quiero cogerme a un globo que suba y se pinche al mínimo soplo de aire. Y voy arrastrando mi propio peso, mi maleta siempre más llena que nunca. Me lo voy llevando todo hasta que encuentre un lugar seguro donde quedarme. Donde pueda tragarme todos mis miedos, que no me asalten tantas dudas cada vez que intento desabrochar el cinturón de seguridad. Sé que sola conseguiría muchas cosas, quizá más de las que pienso. . pero ahora, ahora necesito a alguien que me arrope. Necesito una tarde que me cosa la sonrisa en la cara, aunque el efecto se pierda en cuestión de horas. Y es que no puedo, no puedo. . no quiero sentirme más así. 

tu mejor sonrisa

Búrlate de los que te intentaron hacer daño, dedícales tu mejor sonrisa y que se pregunten como después de todo, puedes seguir en pie.

Que os jodan =)

caricias.

Me gustaría escuchar una canción que me hiciera llorar. Ver una película que me encogiera el corazón. Sentir tu mano bajar sobre mi cuerpo. Caricias. Soñar una vida perfecta. Dejar mis noches en tu mano. Coleccionar tus abrazos y no cansarme nunca de tus besos. Caricias. Verte cada día sonreir, poder hacerte feliz. Sentir que puedo sentirte. Alcanzar la eternidad, olvidar la cordura, perder la sensatez, dejar que el tiempo pase rápido, perdernos entre las sábanas. Caricias. Hacer que el alma salga de su escondite, cometer tonterías de dos, miradas tiernas que se conviertan en hábitos, quedarnos sin aliento. Caricias. Me gustaría perder el conocimiento, tocar el cielo. Que mis manos te comprendan, que te derritas. Sentir como aquel día, como aquel tiempo, como la primera vez. Caricias. Besarte, quererte, abrazarte... no separarme de ti jamás. Y sobretodo, caricias.

te quiero, susurrado al oido.

Porque sin quererlo, nos empeñamos siempre en tener lo que no tenemos, aquello que echamos de menos en cada momento, sin saber esperar. Cada segundo, cada minuto, cada dia que pasa, hace que te desee con más fuerzas y que espere aún con más ganas a que llegue el momento de mirarte a los ojos y te diga :

¿Sabes? Te quiero(susurrado al odio)

Las personas cambian.

Es triste ver como personas que conoces, se convierten en personas que conocías. Como puedes pasar justo al lado de una persona que fue parte de tu vida y seguir andando, como si nada. Como hablabas con él durante horas y horas, y ahora ni siquiera puedes mirarle. Es triste ver como las cosas cambian.. como las personas, CAMBIAN